Deja de intentarlo

yodaEn los últimos días ha habido algo muy repetido en las sesiones de Catalyzing que he realizado. Es algo que va apareciendo, ya que está muy arraigado en nuestra sociedad, pero estos últimos días ha sido muy intenso (supongo que tendrá también un mensaje para mi 😉 )

Y para acabar de decidirme a escribir este post, una migo también hizo referencia al tema en cuestión, que no es mas que este, aunque coja diferentes formas:

«lo estoy intentando» , «lo he intentado», «lo voy a intentar», «he intentado conseguir esto», ……

Seguro que te re-suena, ya sea por ti mism@ o por personas cercanas. Pues el mensaje es este:

Deja de intentarlo. Por que intentarlo es tan solo una gran excusa que le damos a nuestra mente (más bien a una parte de ella) para que se «quede tranquilita» al saber que «ya hacemos algo al respecto». Pero intentarlo no existe. Si intentas algo, te quedas igual que estabas. Si haces algo, avanzas hacia ese objetivo. Intentar es dar una patada hacia el futuro a eso que deseo ahora. Intentar es esquivar la acción cambiándola por una supuesta intención.

Si quieres dejar de fumar, solo puedes dejar de fumar. O puedes seguir fumando. Pero si estás intentando dejar de fumar, estás fumando, eso si, con la excusa para decir a familia, amigos, etc… «yo lo estoy intentando». Este ejemplo creo que es, a parte de muy habitual, muy gráfico. Muchos fumadores se pasan la vida intentando dejar de fumar. Pero en temas que no se ven tan nítidos, también hay multitud de personas intentando lograr algo, como «intentar descubrir lo que me gusta», «intentar mejorar la relación con mi padre», «intentar hacer deporte», «intentar comer sano»…..

En definitiva, que si quieres algo: HAZLO, al ritmo que sea, diciéndote a ti mismo (y generando las conexiones neuronales oportunas) que lo estás haciendo, que avanzas, al ritmo que sea, con el éxito que sea, con las correcciones que sean, pero hazlo.

Y como esto no es nuevo, te dejo un vídeo cortito de algo que seguro has visto alguna vez y que viene a decir lo mismo.

Y ahora….. Te pregunto: ¿Vas a seguir intentando ser feliz? ¿O vas a SER feliz?

Recuerda que en enero empezamos el Programa de Trans-Formación de 6 meses Catalyzing, con el que te acompañamos para que se más sencillo eso de lograr SER feliz.

Gracias por leer, comentar y compartir!!!

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¿Realmente tu organización es del S.XXI?

organizacion

Esa es la pregunta que lanzo hoy!!!

¿Realmente eres propietario, diriges o trabajas en una organización del S.XXI?

Las organizaciones del S.XXI son (o deberían ser) totalmente diferentes, en algunos aspectos, a las del S.XIX y también a las del S.XX.

Ha habido momentos en la historia de la evolución de la humanidad para todo, y creo que podemos estar agradecidos a la Revolución Industrial, por todo el desarrollo que nos trajo a finales del XVIII y durante el S.XIX,  especialmente en lo que a la industria manufacturera se refiere. Y también a la Revolución Informática, que aunque continúa, considero que fue el gran cambio del S.XX, logrando que podamos disponer de información con gran facilidad y velocidad (también de desinformación) y estemos mucho más conectados entre toda la humanidad (aunque también con el riesgo de desconectarnos del contacto real con el entorno, de la naturaleza y de nosotros mismos – ver Abuelos conectados, abuelos desconectados).

Esas grandes revoluciones nos han dado grandes instrumentos, y como bien sabemos, con (casi) todo lo que existe se puede hacer buen o mal uso. Como cantan Fito y Fitipaldis, «Siempre es la mano y no el puñal nunca es lo que pudo haber sido«. Y como en otra canción suya, que ya comenté hace un tiempo, uno de los riesgos de la suma de «proceso industrial» + «conectados tecnológicamente», es perdernos ante lo realmente importante («Las cosas importantes aquí, son las las que están detrás de la piel”).

Así que, para ir concretando, las organizaciones del S.XXI son aquellas que saben hacer buen uso de esas herramientas, y para lograr que las organizaciones sean así, lo necesario es que las personas que la forman sean personas desarrolladas en su máximo potencial. Personas comprometidas con ser su mejor versión. Personas que se saben, sienten, experimentan, felices y conectadas. Personas conectadas con su propósito y que saben disfrutar de su trabajo y de su ocio, personas equilibradas en todos los aspectos, tanto física, mental, emocional y energéticamente y con unas redes sociales (las reales, las de carne y hueso) sanas y saludables.

Por eso, Ahora Es El momento de que las organizaciones que son o quieren ser las que tienen un buen presente y un futuro previsiblemente bueno, deben apostar por sus personas, por la felicidad, por el desarrollo de habilidades y potencialidades que nada tienen que ver con la técnica ni la tecnología, para hacer buen uso al incorporar éstas. Por personas dentro de sus órganos que hagan que exista salud en cada órgano y que entre éstos existan las conexiones y sincronías que marcan la diferencia, que cada una de las células que compone la organización esté sana, y si alguna no lo está se pueda sanar por simbiosis con el entorno o realmente pueda expulsarse para facilitar la salud de la globalidad.

Las organizaciones del S.XXI son y serán aquellas que todos los stake holders (no solo los accionistas, o no solo los clientes) veamos y  sintamos como «una BUENA organización». Y que, inevitablemente, para que eso sea así, veremos a sus trabajadores (desde el D.General al operario, administrativo, becario, etc…) y sentiremos que son personas armónicas, conectadas, con unos valores saludables para todos y acordes con los de la organización, desarrolladas, que dan lo mejor de ellas mismas por que les apetece y es lo que surge de modo natural.

Así que, si ya trabajas en una organización así, te felicito y agradeceré que comentes el post. Y en caso de que sientas que tu organización está en ese camino para ser una organización del S.XXI y sientes que un apoyo externo puede ser de utilidad, te invito a ver el Programa de Trans-Formación Personal de 6 meses con el Método Catalyzing, que empezamos en enero y que permite que las personas que lo realicen obtengan esa Trans-Formación hacia su máximo potencial, hacia ser su mejor versión, hacia lograr ser quienes son realmente para aportar lo mejor de ellas al mundo (y te recuerdo que, como mínimo, un tercio de su aportación en vigilia al mundo es a través de tu organización).

Gracias por leer, comentar y compartir!!!!!

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Otoño, perfecto para dejar ir!!!

otoño

Pues si, ya estamos en Otoño!!! Tras un verano de contrastes, con días muy calurosos y con mucha más lluvia de la habitual, el otoño ya ha llegado y lo ha hecho con fuerza, recordándonos que es una época perfecta para pasear en manga corta bajo el sol abrasador, con una chaqueta cerca para cuando el sol se oculta y el viento decide acariciarnos, y siempre preparados para poder mojarnos con una lluvia suave o intensa.

Y si, está época, en la que la naturaleza permite renovarse, dejando ir las hojas y las flores que surgieron en primavera y que en verano nos procuraban sombra, nos da la gran oportunidad de hacer lo propio. Es una época perfecta para poner conciencia sobre aquello que ya no nos es útil, para fijarnos en aquello que, aunque en el pasado nos hiciese felices, nos aportase seguridad, nos diese tranquilidad, …. ahora ya no nos sirve de la misma manera y que impide el nacimiento de algo nuevo. Así que es perfecto que empieces a fijarte en lo que deseas que sea diferente, a que mires lo que te pesa y te impide sentirte ligero como un árbol totalmente libre de hojas, para, de esta manera, poder dirigir la energía dónde es importante para ti, crear las bases para el nuevo florecimiento.

Es genial dedicar el otoño a despojarse de todo lo que sobra, y así prepararse para iniciar el nuevo año totalmente ligero, ahorrando energía y dirigiéndola hacia tu ser creador, hacia esa parte que tu también tienes que te permite crear la vida que deseas para el nuevo año. Así que te invito a que aproveches este regalo de la naturaleza que es el otoño, y si sientes que que un acompañamiento te puede ser de utilidad para hacerlo de un modo más eficaz y eficiente, sabes que el CATALYZING®  te ofrece esa opción. Disfruta del proceso, ya sea solo o con mi acompañamiento. Un gran abrazo otoñal!!!!

Y estate atent@ a mi página de facebook ya que en breve haré un sorteo que seguro que quieres participar. Asegúrate de enterarte del sorteo dándole ahora a «me gusta» a mi página. Y compártela con tod@s aquellos que estén interesados, ya que se pueden beneficiar personalmente y/o si ganan algo en el sorteo utilizarlo para regalar.

Acompañamiento en TU mejora- Oscar Guirado – El Salón de los Espejos

Soltando etiquetas, rompiendo moldes

etiquetaEn las últimas semanas he vivido varias situaciones relacionadas con las limitaciones que vivimos muchas personas debido a las etiquetas y los moldes. Las etiquetas que nos ponen, las que nos ponemos, y los moldes con los que nos sentimos identificados.

La mayoría de esas etiquetas (por no decir todas) surgen en nuestra infancia. De repente, un día, alguien de nuestro entorno, quizá con buenas intenciones, quizá no, realiza un comentario, como por ejemplo «mira que eres torpe, desde luego tu gimnasta no serás» o bien » pero que tímido que eres, así no harás nunca nuevos amigos». Esos comentarios, que parecen inofensivos en el momento de expresarlos, pueden provocar que esa personita se quede con ese molde, con todo lo que implica la etiqueta de «torpe» o «tímido». Cuidad lo que decís, especialmente a los niños.

¿Qué etiquetas has identificado en ti mism@ mientras leías estas líneas? Lo que comentaba de las últimas semanas se ha dado tanto con clientes en procesos individuales de acompañamiento, como con familiares y amigos (y conmigo mismo también, que no estoy exento de historia personal).

Y esas etiquetas pueden ser realmente limitantes: «Seguro que me timan, por que yo no valgo para los números. Yo no puedo hacer eso que tu haces, que soy tímid@. Seguro que no me cogen a mi, que en la primera impresión soy borde. Yo tengo que leerlo dos veces, que soy muy distraído. No puedo hacer esa excursión, que soy lento y torpe. …..»

¿Qué sucede con esas limitaciones que «tenemos» por llevar esas etiquetas? Pues en muchos casos simplemente vivimos con ellas, limitando nuestras actuaciones, nuestras relaciones, nuestras opciones laborales, relacionales, sociales, corporales, y tantas otras. Sin embargo, esos moldes por los que «creemos» estar fabricados se pueden romper, y esas etiquetas se pueden soltar. Está claro que un proceso de acompañamiento por un profesional facilita ese «soltar y romper». Sin embargo, cada uno puede plantearse las etiquetas que tiene, que acepta, que identifica, y posteriormente ver en qué le limitan. Identificando lo que «podría ser o hacer» si no tuviese esas etiquetas, permite ver dónde quiero llegar y plantear luego qué significa esa etiqueta y cómo dejarla marchar. Por ejemplo aceptando que todo en esta vida es un proceso, y que en lugar de «soy tímido» puedo cambiar esa concepción de mi mismo por otra de «me ha costado algo más que a otras personas relacionarme, y quiero mejorar en eso». En este ejemplo hay dos temas que afectan:

  • Cambiar la «identidad» (soy tímido) que es algo innato, inamovible y esencial, por una manera de «actuar», que es algo totalmente modificable, algo que puede variar con el tiempo las situaciones, la decisión personal.
  • La decisión de «quiero mejorar». Esa sola frase me hacer recuperar mi poder personal, mi capacidad de actuación, libre de etiquetas, fuera de los moldes, siendo capaz de actuar hacia donde deseo.

Esto es tan solo un ejemplo. Seguro que en algún momento puedes (si quieres) ver qué límites tienes por «aceptar» algunas etiquetas como propias. No voy a entrar en las etiquetas que se ponen a veces en diagnósticos médicos («tienes depresión crónica», «te queda un mes de vida», «serás inválido para siempre») y que en muchos casos sería beneficioso evitar (gracias a todos los profesionales de la medicina, que por suerte cada día son más,  que hablan de síntomas, de posibles causas y posibles «soluciones», sin ser dogmáticos, y tienen en cuenta los beneficios generados, tanto por el consciente como el subconsciente de sus pacientes, el efecto placebo y nocebo, y la realidad cuántica de Crear es Crear).

Deseo que tan solo te pongas los límites que quieres tener, y que el resto sean simplemente situaciones con opción de modificar hacia dónde deseas. No hablo de cambios mágicos instantáneos. Hablo de la magia de ser el creador de tu vida, a veces con cambios a una velocidad rapidísima gracias a un simple cambio de pensamiento, y a veces con paciencia, constancia y persistencia.

¿Qué etiquetas soltarás? ¿Qué moldes deseas romper?

Gracias 2012 – Bienvenido 2013

2012 2013Para dar las gracias a este año que finaliza y dejarlo ahí, con todo lo que me ha dado, de manera que pueda iniciar el 2013 abierto a todo lo nuevo que vendrá, que creeré y que creare, plasmo aquí un resumen de los posts escritos, con breves referencias a cada uno.

Empezamos el año con una nueva oportunidad, como cada día, aunque siempre en ciertas fechas nos fijamos más. En este caso era la «Oportunidad de reinventarse«, decidiendo quién quiero ser.

Tras esta oportunidad, hablé de «Mis luces y mis sombras« , de aquello que conforma mi ser, y de lo que, si quiero, puedo tomar conciencia para luego responsabilizarme, potenciando lo luminoso y aceptando lo sombrío para completar mi ser.

A continuación, como consecuencia de las causalidades de la vida, y tras ver unas películas con Anna, mi mujer, lancé una pregunta al aire (o a mi mismo) «¿Mantenemos la Conexión?« que a mi me sirve para re-conectar, conmigo mismo y mi esencia, con mi familia, con mis amigos, con otros seres de este nuestro planeta, y con algo más amplio a todos nosotros, lo llamemos como lo llamemos.

Lo que plasmé en palabras en este blog posteriormente lo titulé «La potencialidad de la Bellota« , haciendo referencia a lo que cada uno podemos llegar a ser debido a que ya lo somos y tan solo hace falta tomar conciencia y responsabilidad. “Todos somos bellotas que estamos cansados de ser comida para los cerdos, y queremos transformarnos en Robles”.

Con esa potencialidad, el siguiente paso fue saber que es bueno «Preocuparme  por lo positivo« , haciendo referencia a cómo enfocar lo que hay, basándome en una exposición de Osho que iniciaba con «Nunca te preocupes por los negativos. Cuando enciendes una vela, la oscuridad se va por sí sola. No intentes luchar con la oscuridad; es imposible, porque la oscuridad no existe…..»

Le daba la bienvenida a la primavera, sabiendo que «Empieza a florecer« , y que eso también lo podemos hacer las personas, y que, como las plantas, para lograrlo es bueno plantearse : ¿Qué haces para escanear tu nivel de salud? ¿Qué es para ti la salud? ¿Verificas tu estado físico, psicológico, emocional, energético, ….? ¿Qué haces para mejorar tu nivel de salud?

Y ese florecimiento primaveral de la persona, también planteaba una nueva cuestión: «¿Solistas o coros?«  en la que hacía referencia a la diferencia entre un grupo de personas y un «ser vivo» de entidad superior como era el Coro de Gospel de TGV que pude ver en directo y me maravilló y que vinculaba al libro publicado por el Centro de Innovación de EADA  “¿Trabajas o colaboras? Team Beat, la eficacia de la cooperación”.

La siguiente inquietud en el blog tuvo que ver con la comunicación propia, partiendo de un consejo que me atreví a copartir: «Escuchemos a nuestro cuerpo« , con toda la información que nos transmite respecto a nuestro estado. Y hablé sobre el poco caso que le hacemos en muchas ocasiones, y las opciones que tenemos, como la meditación, para facilitar ese nivel de escucha activa de nosotros mismos.

Y de los escritos anteriores, entre otras cosas, surgió el siguiente: «Organizaciones – Claves para gestionar y re-energizar tu equipo« en el que hablé de opciones para crear equipo, para mirarlo desde una visión sistémica y novedosa como la que ofrece Pinea3.

Y «Tras el solsticio de verano… mejorar!!!!«. A eso es a lo que invitaba. A aprovechar una época especial del año para relacionarse, respirar, pasear y, por que no, realizar algún taller orientado a la mejora desde una vertiente de autoconocimiento y diversión.

Lancé también «Una idea absurda – como la mayoría de las que consiguen avances significativos«, enfocada en lo que creo que podría haber sido diferente respecto al rescate bancario vs el rescate de personas y de la sociedad en si. Un planteamiento para que muchas personas mejorasen su situación y contribuyesen a una reactivación económica.

Este tema de la banca me genera una emoción muy clara: rabia. Y sin tener ningún vínculo, o si, tuve claro «La importancia de reconocer las emociones« . En este post, que surgía de una serie de TV en la que una protagonista «parece» incapaz de reconocer las emociones, ni propias, ni agenas, por padecer «Asperger», me centré en la suerte de las personas que pueden afectan a su vida gracias a reconocer sus propias emociones, prestarles atención y actuar en consecuencia.

Una de las emociones habituales en los viernes es la alegría, que muchos muestran con la frase: «Por fin es viernes!!« . Aquí me centré en el por qué tantas personas se pasan la semana «amargándose» y planteaba una fórmula: Cambiar cosas que no me gustan + aprovechar lo que si me gusta = mejorar de manera exponencial!!!.

Y las emociones que reconocíamos con anterioridad, junto con haber adoptado una perrita y ser fan de César Millán, me llevó a escribir «Transmitiendo emociones, transmitiendo energía«  y plantear, entre otras preguntas: «¿Y qué acostumbramos a hacer con esas emociones, con esos estados anímicos, con nuestro nivel energético, con lo que transmitimos mucho más allá de las palabras que usamos?»

Posteriormente, un trayecto en tren, me llevó a plantear: «Abuel@s desconectad@s – Abuel@s conectad@s«, donde hablaba de la desconexión que vivimos debido a estar conectados a un mundo virtual cada vez más instantáneo, en el que puedo, ahora mismo, escribir esto que tu, en otro lugar del planeta, puedes leer de manera inmediata, y sin embargo estar desconectado de lo que hace tu hijo, tu marido, tu padre, tu hermano, que está sentado a menos de un metro.

Y esa desconexión, entre otras cosas, me llevó a plantear: «Recuperando el poder personal«, de hacer lo que deseo y desear lo que hago, siendo yo en vez de cumplir con un esquema establecido por otros y que yo creo que debo cumplir.

Y para ese fin, es bueno tener claro «El Norte Personal«, al que también podemos denominar «misión» y que comentaba con la frase: “Hay dos días importantes en la vida de cualquier persona. El día que nace, y el día que descubre el para qué” (William Barclay). Al final ese día en que descubrimos ese norte, esa misión, ese para qué, podemos empezar a actuar congruentemente con eso (y quizá siempre lo supimos de alguna manera y recuperando el poder personal, lo reflotamos).

Y a veces, para recuperar ese poder personal y ver nuestro norte, es útil desgranar «La Montaña de Azúcar« que a veces se forma con pequeños granos (o problemas). Para mi la mejor opción es tratar esa cúmulo de granos de azúcar con cuidado, acariciándolo, normalmente ayudado por un utensilio que lo facilite (como una cucharilla o tenedor), facilitando que los granos más externos se vayan desprendiendo, haciendo la “montaña” algo más pequeña, hasta que de repente se convierte en dos pequeños montículos, mucho más fáciles de manejar, y llegando a disgregarse totalmente en granos de azúcar, totalmente manejables y solubles en cualquier líquido en el que fluir.

Y esa montaña de azúcar, en el caso de una mujer durante el embarazo esperando a un bebé, lo que acostumbra a  formar parte de su norte personal, es bueno tener clara «La importancia de Sam – El papel del Padre« ,que puede facilitar el proceso, tal como Sam se lo facilitó a Frodo en el Señor de Los Anillos (tuvieron claro el Norte personal y fueron deshaciendo las montañas de azúcar que aparecían).

Y para finalizar el año…. nada mejor que invitar con una pregunta: «¿Te atreves a SER?« , combinada con un simple análisis de los verbos copulativos y la diferencia entre «ser y paracer». Una pregunta que nos lleva a aceptarnos tal como somos, a dejar los disfraces que hemos ido adquiriendo para ser más aceptados, y «ser algo». Ya somos, ya eres, ya soy. Pronuncia en voz alta: «YO SOY»!!!

y con eso te invito a empezar este nuevo año, siendo, con todo lo anterior integrado, y limpio, para disfrutar del camino que es vivir cada día, disfrutando del regalo que es SER, aquí y ahora, que es lo único real.

Aprovecho para dar las gracias a todos los que leéis lo que escribo, y en especial a Anna, mi mujer, que, a parte de revisar mucho de lo que escribo, tantas veces es mi primera inspiración a la vez que una compañera en el camino de ser, hacia ese poder personal, conectado conmigo, mis emociones, ella y todo.

Si lees esto en 2012, aprovecha este último día del año. Si lo lees en 2013… aprovecha el día en que lo estás leyendo. Vive y se feliz, hoy y siempre.

Hasta el año próximo!!!!! Un gran abrazo!!!

La Montaña de Azúcar

azucar-moreno¿Alguna vez has visto una montaña de azúcar? Me refiero a lo que se forma en el paquete de azúcar, o en el azucarero, especialmente con el azúcar moreno.
Cuando hay humedad, o ciertos condicionantes del entorno, el azúcar se apelmaza, creando estas “piedras” de azúcar, que pueden ser incómodas en algún momento, que pueden complicar el verter el contenido del paquete de azúcar en un azucarero, o servir azúcar con una cucharilla en una taza de café o una infusión.
¿Qué haces cuando esto ocurre? Hay muchas opciones. Desde dejar ese paquete de azúcar, a ir esquivando la “piedra” y consumir el resto, a coger la piedra y tirarla a la basura, a darle golpes con enfado diciéndole que “se deshaga”…..
¿y cuál es la mejor opción? Para mí, sin lugar a dudas, la mejor opción es tratar esa cúmulo de granos de azúcar con cuidado, acariciándolo, normalmente ayudado por un utensilio que lo facilite (como una cucharilla o tenedor), facilitando que los granos más externos se vayan desprendiendo, haciendo la “montaña” algo más pequeña, hasta que de repente se convierte en dos pequeños montículos, mucho más fáciles de manejar, y llegando a disgregarse totalmente en granos de azúcar, totalmente manejables y solubles en cualquier líquido en el que fluir.
Eso mismo es lo que veo tantas y tantas veces que ocurre con los problemas de las personas. Un problema es un grano de azúcar, algo manejable, soluble, y que fluye, pero a veces, tras un tiempo sin ocuparnos de esas situaciones o circunstancias individualmente, se empiezan a encontrar con las humedades de la vida, y se aglutinan. Y de repente algunas personas creen tener una montaña enorme, que es imposible sacar del paquete, que es imposible utilizar para el café, que si se sirve en una taza de té salpica al introducirla. Y entonces llegan los bloqueos, la parálisis, el nerviosismo, la desesperación, y tantas otras actitudes poco provechosas.
Y al fin y al cabo, tan solo es necesario tener claro que esa gran montaña, no es más que un conjunto de pequeñitos granos que, individualmente, son manejables, así que podemos poner conciencia de esa opción, y dedicarnos a tratar a nuestras montañas con dulzura, facilitando el fluir con todo desde una visión más posibilitadora.

azucar-moreno-blancoPara esa toma de conciencia y facilitar la visión posibilitadora, el acompañamiento de un profesional puede ser tan útil como el de la cucharilla o el tenedor para transformar la montaña de azúcar en sus granos primigenios.

¿Cómo vas a  tratar a tu azúcar?

Recuperando el poder personal

Es algo muy habitual en nuestra sociedad actuar siguiendo algunas indicaciones que nos decimos a nosotros mismos que vienen de fuera.

¿Cuántas veces nos sorprendemos diciendo “tengo que hacer esto” o “mi obligación es hacer aquello”, o “me han dicho que lo que debería hacer es eso”?

La verdad es que nos guiamos en muchas ocasiones por lo que CREEMOS que es correcto, o lo que CREEMOS que otras personas piensan que es correcto, olvidándonos de lo que es mejor, entendiendo como mejor lo que está más acorde con nuestra esencia personal.

Y esta manera de actuar nos facilita tan solo “excusas” para no responsabilizarnos de nuestras acciones. Y de eso va el poder personal, de tomar las riendas de nuestra vida, teniendo claro que lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos es responsabilidad nuestra, de cada uno de nosotros, y que casi todo (por no ser dogmático) lo hacemos porque queremos.

El día que aceptamos que nuestras acciones van precedidas de una elección propia, recuperamos nuestro poder personal.

Yo hago lo que hago porque quiero. Tengo la obligación legal de cumplir los límites de velocidad, pero yo decido si los cumplo o no, sé que puedo cumplir la norma y que puedo no cumplirla, sabiendo que todos los actos tienen unas consecuencias, y hacer una cosa o la otra decidiéndolo y haciéndolo porque YO QUIERO.

Es muy fácil quejarme de que “he de ir a trabajar” y echar las culpas a otras personas, circunstancias, etc… Y de esta manera no puedo hacer nada para mejorar, ya que el poder de mi vida se lo estoy entregando a fuerzas externas a mí ser.

Y es tan sencillo como saber que si voy a trabajar es PORQUE QUIERO. Si, porque deseo tener unos ingresos que me permitan pagar lo que deseo pagar, como un hogar, unos alimentos, mi ocio, etc… Y recuperando este poder personal, se nos abren dos opciones básicas:

  1. Disfrutar de lo que hago (ir a trabajar, según el ejemplo) al estar haciendo lo que yo quiero para conseguir un propósito.
  2. Si lo que hago no va encaminado al logro de mis objetivos, de lo que me acerca a mi felicidad, modificarlo.

Y esto es aplicable a todas las circunstancias de la vida. Sean cuales sean, más livianas o más crudas, puedo elegir (de ahí la foto de Mandela, como ejemplo de actuar con todo el poder personal). Y si hago algo sabiendo que soy yo el que lo estoy decidiendo, con plena consciencia de lo que hay y hacia dónde me lleva, y responsabilizándome de ello, disfrutaré mucho más de lo que haga.

Adjunto encontrarás una propuesta de ejercicio para ir modificando estos automatismos y recuperando tu poder personal (eso si, solo si quieres, y si no quieres es otra opción que está tan solo en tus manos).

obligaciones vs deseos

La potencialidad de la bellota

Hoy he estado en un Open Brunch del P3Institute, y, entre otras cosas, me ha venido a la mente, tras unos cuantos comentarios, la siguiente frase:

«Todos somos bellotas que estamos cansados de ser comida para los cerdos, y queremos transformarnos en Robles».

Está claro que el potencial está en cada persona, igual que cada bellota es un roble en potencia. Y esta es una de las presuposiciones tanto del coaching como de la PNL. Todos tenemos todo el potencial. La vida ha llevado a muchas personas, entre las que me incluyo, a ser una bellota, creer que ese era nuestro destino, nuestro máximo potencial, y que la máxima aspiración es ser comida para los mejores cerdos, pudiendo formar parte, algún día, del mejor jamón posible.

Y llega un día, muchas veces por una toma de conciencia y una evolución paulatina, y muchas otras por una experiencia traumática, como un accidente, una pérdida de un ser querido, un cambio laboral inesperado, etc… , que despertamos y vemos que tenemos la capacidad de transformarnos, si así lo deseamos, en un roble.

Y así es. Todas las personas tenemos esa potencialidad, y tan solo es necesario:

  • tener consciencia de esa potencialidad
  • desear realizar esa transformación, que incluye momentos de romper el molde en el que estamos, crecer sintiendo los estirones, y asumir que se debe dejar atrás algunas pieles
  • buscar los nutriente necesarios
  • asegurar que recibimos el equivalente al agua necesaria
  • buscar la luz necesaria que nos ayude en el crecimiento (el equivalente del sol)

Eso es lo que podemos ser cada uno de nosotros, y el coaching, como algunas otras actividades, puede colaborar a que quien desee transformarse en roble, lo consiga.

¿Y tu qué quieres ser?