Todos los caminos conducen a ROMA ?

roma

Después de varios años desde que cree El Salón de los Espejos, por fin he visto claramente algo fundamental en uno de esos objetos reflectantes.

He encontrado el mensaje oculto más importante de todos los que heredamos de la antigua Roma. En esa época, el imperio romano construyó más de 70.000 km repartidos en más de 400 vías que iban desde todos los puntos del imperio hasta la capital. Y de ahí se supone que surgió la frase del título del post.

Seguro que tu también has escuchado alguna vez aquello de…. y si todos los caminos conducen a Roma, de Roma cómo se sale??

Pues bien, hoy he visto un gran mensaje oculto entre estas frases y los espejos, y es que, desde donde sea que estés, sea Roma o cualquier otro lugar o situación, se sale con Amor. A todas partes llegas desde el AMOR. Si cogemos el doble sentido circulatorio, y aplicamos el reflejo de ROMA, es directo que, desde el AMOR (el inverso a Roma) llegas a todas partes.

Y es así de simple, si conectas con el AMOR puedes llegar a donde te propongas. Si permites que todas tus células vibren a la más alta frecuencia posible viviendo esta experiencia física, la que se logra desde el Amor, puedes avanzar con toda seguridad hacia el logro de tus objetivos.

Estamos acostumbrados a vivir en una sociedad que promueve el miedo. El miedo es el opuesto al amor y es a lo que estamos acostumbrados desde pequeños. Nos inducen al miedo a caer, a hacernos daño, a no ser suficiente, al rechazo, a no encajar, a que no nos quieran, a fracasar, a la muerte, a la vida….. a todo en general. Y el miedo es lo que hace que todos los caminos conduzcan a Roma, a un laberinto sin salida, llegando a donde quieren que lleguemos y nos estanquemos. Y es momento de aplicar el principio hermético de polaridad y ver claro que el AMOR conduce a todas partes.

Te deseo un buen trayecto, desde donde estás a donde deseas ir. Que la fuerza (en su lado luminoso, el del amor, y no el lado oscuro del miedo) te acompañe.

La importancia de la toma de conciencia

cieloEl mes de Octubre es, a nivel mundial, el elegido para la visibilización y toma de conciencia sobre el duelo gestacional y neonatal. Hace 4 años yo desconocía totalmente este tema. Mi nivel de conciencia sobre lo que experimentan las parejas que pierden a un bebé durante la gestación o al poco de nacer era muy bajo (por no decir nulo).

Con mi mujer habíamos decidido hacía poco que la familia creciese, y nos llenamos de ilusión ya el día de la concepción de nuestra primera hija, Maya. Nuestro nivel de conciencia en algunos aspectos si que era bastante elevado, por lo que tuvimos la percepción de que se producía la concepción, de que hubo una conexión con esa almita que decidió elegirnos como sus padres. Transcribo (y traduzco) a continuación unas palabras que escribí en un lugar especial para nosotros:

«Pues si, acabamos de hacer un test de embarazo y se confirma la noticia!!! POSITIVO!!!! Seremos papis!!!

Las sensaciones del día 7 eran correctas. Me siento FELIZ y, contrariamente a lo que pensaba, muy tranquilo. 

Te quiero Anna, y a quien está en camino también!!!»

Pues como quizá intuías al leer, hoy hace 4 años que se detuvo la gestación de nuestra hija, Maya. Hace 4 años que se truncó la ilusión que sentíamos. Hace 4 años que un dolor punzante junto a un sangrado alertaron a mi mujer de que algo no iba bien (o mejor dicho, que algo iba mal). Hace 4 años que ese amor que sentíamos por nuestra hija Maya sufrió una descarga de energía desagradable. Y hace 4 años mi manera de pensar sobre lo sucedido nada tenía que ver con la actual. Mis creencias sobre el tema tenían más relación con un proceso puramente biológico, con una detención en la reproducción celular, y con poca cosa más. Eso era lo que había escuchado, aprendido y creído, lo que mi subconsciente tenía almacenado como base. Esas eran las gafas con las que miraba lo sucedido.

Pero la realidad era otra, y el dolor que experimentaba mi mujer, que tenía una conexión mucho más potente, tanto a nivel fisiológico como energético con nuestra pequeña, era, aunque yo no quisiese verlo ni pudiese entenderlo, desgarrador. Desde aquí lanzo un mensaje a todas las parejas y al resto del entorno de las mujeres que viven la experiencia de perder a un bebé, a que se abran al dolor de esa mujer (y hombre), a que no intenten ir por el camino de evitar pensar en el tema para evitar el dolor. Por que los duelos toca vivirlos, y, de una manera u otra, se acaban viviendo, y hay maneras que son mucho más naturales y saludables que otras. Y también invito a las mamás que viven estás experiencias a hablarlo, a atreverse a llorar y a explicar el por qué, a decir que ya amaban a ese bebé en camino y que la muerte de un/a hij@ le duele a todo el mundo.

Hoy hace 4 años de ese momento tan triste en el que empezamos a vivir lo que era un duelo gestacional. Y en ese momento no lo vivimos de la mejor manera posible. Y decidimos que volveríamos a quedarnos embarazados, y lo logramos en poco tiempo, y el dolor quedó en «pausa». Tristemente el siguiente embarazo, el de nuestro hijo Aren, también quedó truncado. En esta ocasión un embarazo ectópico que hizo que tuviésemos que detenerlo y acabó con una extirpación de trompa para Anna.

Esta pérdida la vivimos con mayor conciencia, y empezamos a darnos permiso para el dolor, para reconocer lo sucedido, para vivir el duelo, …. y se sumó el duelo de Maya, que surgió desde donde estaba «aparcado».

En poco tiempo volvimos a concebir, en esta ocasión a Abril y Nahual. Abril también decidió que su encarnación física en esta vida debía terminar pronto, y se fue, y al cabo de unos meses nació Nahual (5 semanas antes de lo previsto, como muchos gemelos). En esta ocasión el duelo también fue algo complicado al vivirlo simultaneo a la ilusión de ver crecer a Nahual, y el miedo constante a que algo volviese a ir mal.

Y al cabo de 21 meses nació Eluney, nuestra segunda hija nacida, nuestra 5ª hija.

Pues si, hoy hace 4 años desde que se inició nuestra experiencia con el Duelo gestacional. Y sabemos la importancia que tiene la conciencia, tanto para el duelo en si, como para las nuevas gestaciones y embarazos.

Así que animo a que quien lea estas lineas se conciencie un poco más, tenga muy en cuenta este tema antes de decir algunas de esas cosas que se dicen de: «ya tendrás otro que eres joven», «bueno, pero ya tienes un hijo», «Bueno, pasa mucho y, total, era muy poca cosa todavía», «la naturaleza es sabia y si se ha parado será por algo», «mejor ahora que más adelante»…. y a que se permita a esas personas que lo están viviendo, vivirlo a su manera, que se facilite que se abran, que se las escuche, que se les de el lugar que para ellas tienen sus hij@s.

A nosotros nos hubiese sido muy útil, ya desde hace 4 años, tener mayor conciencia sobre el tema, poder vivirlo más abiertamente, y haber recibido apoyo (que Anna si tuvo de Noelia, de Duelo con Doula, durante el embarazo de Eluney).

Ahora, Anna da ese apoyo a otras mujeres y parejas, habiendo creado un grupo en facebook para el Duelo gestacional y neonatal, y con su proyecto Maternidad Arcoiris, (también en su página de fb) donde contribuye a esa visualización, a ese acompañamiento en el duelo, y, especialmente, a esas nuevas concepciones y gestaciones. Este mes de octubre es el que ha elegido, junto a Helena, para iniciar el Grupo Maternidad Arcoiris de soporte profesional para la concepción y embarazo de bebés Arcoiris, lo que me hace sentir orgulloso de ella y muy satisfecho, al saber que otras personas van a tener la oportunidad de vivir con mayor conciencia, y muchos más recursos, estos momentos emocionalmente tan complejos.

Puedes encontrar más información sobre duelo gestacional, sobre las actividades que se realizan este mes  de octubre para esa visibilización, sobre el grupo de soporte, y otros temas relacionados, haciendo click en los subrayados del párrafo anterior.

Yo, por mi parte, contribuyo ofreciendo dos sesiones gratuitas de acompañamiento con el Método NACES (HipnoParto) a esas mujeres ( y parejas) que están gestando Arcoiris.

He escrito acerca de la conciencia sobre este tema, por que me toca personalmente, por que hoy hace 4 años que Maya se fue (Maya, gràcies, t’estimo), y por que octubre es el mes elegido para el duelo gestacional y neonatal.

Ahora invito a que esa conciencia la pongamos también en muchos otros temas, en general en nuestra vida, en cómo vivimos, en cómo experimentamos, en cómo decidimos, en qué nos mueve, en qué tapamos, en qué nos hace sentir bien, y en que nos hace sentir mal, en qué hacemos para cambiar aquello que no deseamos, y en los miedos que nos frenan para lograrlo. Para esta mayor conciencia y para los cambios que deseas, también te acompaño con Catalzying.

Muchas gracias por leer, comentar y compartir!!!

Seguro que alguien de tu entorno lo agradece.

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¿Desde dónde actúo?

criaturasEsa es una gran cuestión, que tod@s deberíamos plantearnos, al menos de vez en cuando. Por mi parte creo que soy bastante consciente de mi manera de actuar, de sentir, de pensar, y frecuentemente sé perfectamente que lo hago desde donde deseo. No es que yo sea sí y y está, se trata, como en tantas otras cosas, de la combinación de decisión y práctica.

Digo decisión porque lo primero necesario es querer hacerlo. Yo tengo claro que quiero actuar desde un estado de calma, de centramiento, de buenas intenciones, … en definitiva, desde el AMOR como fuerza generadora de pensamientos, emociones y acciones con una intención que podríamos denominar «buena» o «beneficiosa». Como mínimo es beneficioso para mi actuar desde ese estado del ser, y l@s de mi entorno también se benefician de esa intención (aunque eso les corresponde a ell@s decirlo)

Y digo práctica ya que, al haber nacido y crecido en esta sociedad, donde la competitividad, los miedos, las prisas, las expectativas,… son tan elevados, el lograr actuar desde un lugar en el que sientes el corazón y la mente en coherencia y armonía, requiere de un re-aprendizaje, y eso, en gran parte, requiere de práctica.

Este tema me vino a la mente esta semana, cuando paseaba por la mañana un día con mi hijo, mi hija, mi perra y mi madre por un parque de la ciudad donde vivimos. Resulta que mi perra hizo algo que no hace habitualmente: Se revolcó completamente en mierda de perro. Si, si, en mierda. Podría hablar de heces o excrementos, pero la mierda suena más acorde con mi experiencia. Tristemente hay personas que pasean al perro y no recogen sus cacas, y en esta ocasión era abundante y bastante blanda, por lo que la perra quedó completamente sucia. Como decía, iba con mis peques, de 2,5 años y 8 meses, así que no quería dejar que la perra se les acercase y la tocasen. Así que la llamé, le puse la correa, y la llevé a la fuente más cercana, que saca agua a mucha presión (anteriormente había dejado a los peques con mi madre). Se que el agua no le gusta, y menos en la cabeza, pero yo NECESITABA limpiarla como fuese, la arrastré, le empuje, me ayudé de las piernas, se revolvió, me araño, insistí, luchamos, la inmovilicé, me marcó con los dientes tras bastantes minutos de «fuerza bruta», y consiguió sacar su cabeza del collar, y se fue. No quería volver, y yo la gritaba.

Y de repente, apareció una niña de unos 7-8 años que estaba con un grupo de niñ@s de un casal y me dijo algo como «Señor, estaría bien que tratase mejor a su perro». A mi me salieron dos reacciones: La primera decirle algo así como «estaría bien que no te metas donde no te llaman» (que me callé a la mitad al ver su carita), y la segunda justificarme, explicándole a la niña que la perra estaba llena de mierda y que no podía permitir que se acercase a mis hij@s (que si que hice).

Seguidamente respiré, recuperé mi centro, equilibré mi energía, y volví a actuar desde el amor, llamando a Nala para lograr algo bueno para todos. Ella, aunque con las orejas bajas, vino al cabo de poco, permitió que le pusiese la correa, me lamió la mano para perdonarme, pedirme perdón y gradecer mi cambio de actitud, y permitió que la acabase de limpiar con toallitas de bebé (una de las ventajas de pasear con niños).

Por un rato perdí completamente el control, y estuve actuando desde la rabia, el dolor, el miedo, la necesidad de dominio, la hostilidad, la agresividad, y un sinfín de lugares en los que no me gusta situarme y menos para guiarme en mis relaciones con los seres a los que quiero, en especial mi familia (si, la perra forma parte). Y tuvo que ser una niña valiente que se atrevió a ir a decirle a un adulto en cólera, con su dulzura, lo que ella creía que no estaba bien.

Así que le quiero dar las gracias a esa niña, por ser como es, por atreverse, por permitirme recuperar mi centro en ese momento, y por saber que los animales también merecen ser tratados desde el amor más puro. Si alguien que la conoce lee esto, agradeceré que se lo hagas llegar.

Deseo que si estás leyendo esto sepas desde dónde actúas, o que empieces a poner atención, y que logres actuar el máximo de veces posible desde ese lugar en el que la magia real se produce, desde el AMOR. Yo espero corregir más rápidamente mi manera de actuar en próximas situaciones (aunque espero sucedan pocas de estas que me sirven de aprendizaje tan brutal).

Desde mi centro, desde el amor más puro:

Gracias por leer, comentar y compartir!!!

Me lo merezco. ¿Te lo mereces?

brazos abiertos

Pensaba esta mañana en las vacaciones. Si, en breve llegan unos días para descansar (parcialmente, que de la función de padre no descansaré, al menos conjuntamente con el descanso laboral).

Y me ha venido el merecer a la mente. Si, ha surgido esa idea de «He trabajado duro y me merezco unas vacaciones«. Y acto seguido me ha venido la sensación interna de que ese pensamiento no es mio, es de nuestra sociedad. Es algo que lo he oído en reiteradas ocasiones, en boca de familiares, amigos, compañeros de estudios y de trabajo, ….

Tantas y tantas personas que se plantean, y que les plantean a sus hijos: «¿Qué he hecho para merecer un descanso? ¿He trabajado suficiente? ¿Has estudiado suficientemente duro como para merecerte unas vacaciones? ¿Has hecho tal cosa para merecer ir de viaje? ¿Te has portado bien para merecer un helado? Si haces esto te daré un beso,  ……»

¿Te suena alguna de estas frases? Estoy convencido de que las has escuchado, y de personas próximas, muy cercanas a ti, incluso de ti mism@.

Y ahí está la trampa. Generando esa necesidad de aprobación continua. Siempre pendientes de si habremos hecho suficiente. De si seremos suficientemente esto o aquello. De si merezco que me den un premio. Si merezco que me quieran. Si merezco ser feliz…….

Y mientras ese sea el planteamiento, será difícil lograrlo. Será complicado sentirse merecedor de algo, al menos de manera continuada, ya que hemos aprendido a ser merecedores de «acto-recompensa» o «acto-castigo».

Y la realidad es que Yo merezco vivir. Merezco disfrutar de la vida. Merezco ser feliz. Merezco todo lo que la vida tiene para darme. Y si lo tengo claro y me digo a mi mism@ «lo merezco y lo acepto, ahora y siempre» mi mente consciente, mi subconsciente, el universo cuántico, el inconsciente colectivo, las leyes universales, Díos, la madre naturaleza, y/o quien sea… estarán dispuestos a colaborar conmigo a que lo tenga.

Así que ahora puedes elegir:

1) Repetirte como un mantra: «merezco ser feliz» / «merezco amar y ser amad@» / «merezco descansar» / «merezco todo lo que la vida tiene para mi y lo acepto ahora y siempre» / «merezco _____________________» (añade lo que se a esta frase para ti, por que te lo mereces)

Y tras repetirlo fijarte en qué te sucede internamente, como se relaja tu rostro, como aparece una sonrisa, como se ensancha tu pecho, como tus músculos se relajan a la vez que se hacen fuertes, como experimentas esa apertura a la vida y lo que tiene para ti. (fíjate en un bebé y verás como sabe, siente, vive, ese merecer continuo y perpetuo de todo)

2) Continuar en esa posición de «he de hacer más, he de dar más, he de ser mejor, he de demostrar(me) que merezco algo» y continuar viviendo en la escasez de que alguien o algo decida premiarme (o dejar de castigarme). Si, continuar quejándote de que tu vida no es como te gustaría, pero claro, que no mereces todo eso, por que… total no has hecho nada para tenerlo. Y aunque conscientemente puedas pensar que si mereces, fíjate en si es por que crees que «si, has hecho» y no por el simplemente hecho de SER. Por que si es por que SI has cumplido con algo, continuaras en la dinámica de tener que cumplir y estar en manos de esa fuerza que te premia.

Así que, tu mism@. Ahora (como siempre) depende de ti decidir si te sientes merecedor(a) de lo que sea que deseas, y vas a por ello (que merecerlo no significa que aparezca de la nada) o te maldices por no ser suficiente y continuas en la postura de queja y escasez.

Un gran abrazo, que tanto tu como yo, NOS LO MERECEMOS.

Gracias por leer, comentar y compartir!!!

PD- Si has elegido la primera opción y tienes claro que SI, MERECES, sabes que tienes opciones para hacerlo más fácil.

Recuerda que SOLO hasta el 31 de julio «El Pack 10 sesiones de Catalyzing« (acompañamiento en la mejora personal) está con un 30% de descuento para facilitarte que desencalles aquello que te dificulta.

Y que el 22 de agosto tenemos una nueva edición del taller «Comunicación Asertiva, Relaciones y PNL« en Barcelona, que te permitirá mejorar tu confianza, seguridad, manera de comunicarte y relacionarte, y que hasta el 8 del 8 tiene un descuento, si vas acompañado,  del 19%, y las primeras reservas tienen un descuento del 42% (si, solo las 6 primeras reservas, a ver si una es para ti).

Nuestro hogar – El amor

Astral_City-796835827-largeUna de las ventajas de tener niñ@s pequeñ@s es que, de vez en cuando, a las 4.30 de la madrugada, después de un buen rato de «actividades paternales» el sueño está esquivo y surgen oportunidades para aprovechar las horas y poder, por ejemplo, leer un buen libro, escribir un post, o, como en esta ocasión, acabar de ver una película que hacía días tenía a medias.

Y de lo que me movió esta película va este escrito. Para los que la hayáis visto ya sabéis de qué película hablo por el título del post y la imagen que acompaña. Se trata de «Nuestro Hogar» (Nosso Lar en su versión orginal). Y más allá de que creas o no en la vida después de la muerte, más allá de que creas o no en que esto que vivimos es tan solo una experiencia física dentro de nuestra experiencia de evolución como alma, más allá de creas o no en la re-encarnación, más allá de que creas o no en la capacidad de comunicación entre los que estamos aquí y otros seres en otros planos de conciencia (almas, espíritus, o como les quieras llamar), más allá de cualquier creencia espiritual (o religiosa) que puedas tener, la película muestra, al menos, una opción de aprendizaje enorme: Vivir desde el amor y el desapego.

No voy a explicar los entresijos de la película para que quien desee verla lo pueda hacer a gusto, tan solo voy a hacer algunas alusiones a algunos temas básicos que no le quitan (quizá le pueden sumar) interés al film.

Se trata del relato que realiza una persona al morir e ir a parar a un lugar en el que su ser es sanado espiritualmente. Al morir, pasa por una especie de «purgatorio», donde tan solo hay dolor y desolación. Y el siguiente paso es la «salvación» para poder sanar-se. La película está basada en los escritos de Chico Xavier, quien afirmó que eran textos canalizados según lo que los espíritus le transmitían.

Lo que recojo aquí es tan solo lo que muestra la cinta que considero totalmente aplicable a nuestra vida actual (el aquí y ahora que conocemos en esta existencia física). Si, diría que mucho de lo que muestra esta película es aplicable a nuestro día a día, para poder vivir realmente de una manera más plena. Al final, lo que se logra, es un estado de felicidad (léase paz) y amor. Un amor real y sincero, un AMOR en mayúsculas por todo y por todos, y un desapego que permite vivir los sucesos con consciencia y plenitud. Y aquí me gusta puntualizar algo sobre el desapego, algo que he leído de diversos modos en diversos lugares y que viene a decir «El desapego no significa que no puedas poseer algo o desear lograr algo, si no que ese algo no te posea a ti» o sea, vivir desapegado no quiere decir tener que vivir sin nada, apartado de todos y todo, renunciar a una vida más cómoda o con más relaciones, si no, vivir con todo lo que me hace sentir bien y disfrutando de ello, sabiendo que sin eso o esa persona, mi vida continúa siendo mía y llena de sentido y armonía. Y precisamente ese significado es lo que permite vivirlo más plenamente, desde el amor más puro (no la necesidad) y, desde ahí, lograr una mayor plenitud.

Sin más, os invito a verla y a opinar sobre lo que os ha transmitido. Yo, personalmente, creo que realmente estamos mucho más unidos a todo de lo que muchas veces pensamos, y que podemos disfrutar de esa conexión con algo más y también con nosotros mismos, de una mejor manera.

Como resumen, para mi, nuestro hogar, es el amor, y viviendo en el amor, todo lo demás fluye.

Para el que sienta que para lograr esa paz, esa armonía ese desapego, esa felicidad…. un acompañamiento puede serle útil, dejo un link a una promoción actual muy interesante. Pack Maratón Catalyzing.

Soltando globos (y algo mas)

OLYMPUS DIGITAL CAMERAHoy ha sido un día muy especial. Hemos estado esta mañana en la IV Jornada organizada en Barcelona por Petits amb Llum, en reconocimiento al duelo gestacional y neonatal. En estos días se están celebrando jornadas similares en muchos lugares del planeta, siendo el mes de octubre el mes elegido para darle luz a estas pérdidas.

Ha sido un acto emotivo, con una gran mezcla de sensaciones. Una temperatura altísima para la fecha, con un sol reluciente que invitaba a buscar la sombra, a la vez que aseguraba que el acto principal de la jornada, la «Suelta de globos», sería precioso al estar el cielo totalmente despejado. Para nosotros ha sido la primera jornada de este tipo, aunque ya hace 3 años que convivimos con la combinación de amor y dolor que representa la muerte de un/a hij@, también durante la gestación.

Si, ya hace 3 años que nuestra hija Maya partió hacia otro lugar, abandonando el cuerpo de Anna, su madre y mi compañera de vida. Al cabo de unos meses lo hizo Aren, en esa ocasión debido a que el lugar en el que se implantó no era viable para su evolución física, por lo que lo despedimos con todo el amor, y con mayor conciencia, al menos por mi parte, que la que nos acompañó en el adiós a Maya. Y unos meses más tarde fué Abril, el hermano gemelo de Nahual, quien decidió dejarle todo el espacio intrauterino a su hermano, y con el que el duelo fue distinto al ir acompañado de la ilusión necesaria para la gestación de nuestro hijo si nacido. Si, ya está con nosotros desde hace 18 meses nuestro primer «Arco Iris», nombre con el que se conoce a l@s niñ@s nacidos tras la pérdida de otr@, ya que es como el sol que brilla tras la tormenta, que crea algo precioso, a la vez que el dolor por la perdida continúa. Y hemos ido a este homenaje de hoy también con Eluney, la nueva Arco Iris que crece en la cuna que es la barriga de Anna.

Y como decía, la mañana ha estado llena de lágrimas, de dolor, de nostalgia, de recuerdos, de complicidad, de tristeza, de ilusión, …. y, por encima de todo, de AMOR. El nuestro y el que he podido ver y sentir en tantas personas que han asistido. Ha sido especialmente emotivo el momento de soltar los globos. Cada familia habrá hecho lo que haya creído oportuno, en nuestro caso hemos dejado ir un globo para cada uno de nuestros hijos que ya no tienen existencia física. Cada globo iba acompañado de una estrella, en la que hemos escrito su nombre, un agradecimiento por habernos escogido, y un «T’estimo» (Te quiero). En ese momento de decidir soltarlos, en el que sonaba «Imagine«, la energía que había era preciosa, y Anna y yo cogíamos los tres globos, con nuestras manos juntas, unas miradas amorosas y un beso. Y el acto físico de «dejar ir» ha sido algo más lento que un simple «abrir la mano». Anna ha estado durante bastante rato anteriormente con los globos en la mano, y hasta ese momento ha tenido la sensación que, por unos momentos, nuestros tres «hijos estrellita» estaban por fin físicamente con ella (con nosotros). Y aunque ha tenido plena conciencia de que eso no es así, y que su lugar es otro, le ha costado unos momentos el «soltar» para permitir esa elevación hacia donde sea que hayan ido (que fueron en su día). Y mientras los veíamos volar, y alejarse, junto con tantos otros, ha sonado «Tears in Heaven» , mirando ese cielo que era donde estaban puestos nuestros ojos vidriosos.

Tras ese «soltar» la sensación de paz ha incrementado, la ligereza de nuestro dolor también. La tristeza continúa por lo sucedido, simplemente el dar el lugar que cada cual tiene, el permitir que tomen su espacio, y, de ese modo, quedarnos con el amor, es una gran elección. Por eso considero que actos de este tipo, con asociaciones que dan luz a estos temas apoyando y dando soporte a las familias en duelo, en un duelo tan complicado como es el gestacional, en el que la sociedad todavía no reconoce que exista una pérdida de un ser querido, es básico para la salud mental, emocional, energética, espiritual (y en muchos casos física) de la familia, especialmente de la madre.

Y junto a todo esto, tenemos la suerte de que nuestro hijo Nahual nos acompañaba, y durante esos momentos de «soltar» él se quejaba, quizá por el hecho de separarse físicamente de sus hermanos (aunque fuese energéticamente) o quizá para recordarnos que él si está físicamente con nosotros, que con nuestros «hijos estrellita» tan solo podemos continuar sintiendo amor hacia ellos, y que con él y su hermana Eluney, a parte del amor, tenemos muchas otras cosas que vivir y compartir.

Para mi, que acompaño con HipnoParto® a mujeres solas o parejas viviendo embarazos conscientes y disfrutando del proceso preparándose para el re-encuentro con el bebé, y que me estoy formando en duelo gestacional y perinatal, vivir una jornada como la de hoy me aporta todavía más sentido a esta labor. Me ha encantado ver tantos arco iris, tanto caminando, como en brazos o todavía en el útero materno, y me invade la sensación de saber que lo hago está bien, y que, especialmente para quien ha sufrido el dolor de una pérdida, el poder vivir un nuevo embarazo con la mayor tranquilidad, confianza y amor, es necesario. Gracias a la vida por permitirme poner mi granito en la conciencia de dar vida a la vida, y también de dar su espacio a la muerte.

Quiero agradecer a Petits amb Llum la organización del acto y toda su labor, a Norma Grau por su proyecto Stillbirth mediante el cual muchas familias disponemos de fotografías con nuestr@s hij@s fallecidos durante el embarazo o tras el parto, y a Noelia de Duelo con Doula, por su acompañamiento en el embarazo de Eluney y todo su cariño a nuestra familia, incluyendo esas tres estrellas que brillan en el cielo con un guiño especial para nosotros. Y por supuesto, un agradecimiento enorme para Anna, por ser valiente y, aún con muchos miedos, gestar a Maya, Aren, Abril, Nahual y Eluney y decidir que la ilusión y el amor vencen al dolor y el temor.

Un guiño para todos los Petits que, aunque no hayan tenido hoy un globo, están en el cielo, y un gran abrazo de luz, fuerza y esperanza para sus padres.