¿Alguna vez has ido a comer una paella para 50? Seguramente es genial, y es muy posible que te guste, y hasta es posible que si vais varias personas comentéis que ha estado bien. Pero quizá alguna de las personas que coméis esa paella comenta que le gusta con más sal, o que no le ha gustado, o que la paella se hace diferente, o que nunca más volverá a comer paella.

Pues si vas a compartir una paella en una fiesta mayor del pueblo, sabes lo que hay, sabes que se intenta hacer del mejor modo para que disfruten el máximo de personas posibles, sabiendo que, quizá, a ti no te convenza al 100%. Y que vas a pagar algo simbólico por ese plato hecho con amor.

Si vas a un restaurante a comer a la carta, dispuest@ a pagar un precio elevado, y pides un solomillo Medium Rare al roquefort, si te lo sirven well done y con la salsa fría, tienes motivos de queja, es lógico que exijas lo que has solicitado, que te sientas estafad@, decidas no volver o hagas publicidad negativa del local.

Eso si, si vas a la paella popular, y te quejas por que no está a tu gusto, es que tienes un serio problema de expectativas, y de claridad en lo que deseas.

Esta diferenciación que, seguramente, se ve muy clara en este ejemplo sobre comida, no parece tan habitual en el mundo de la formación, del acompañamiento o de la terapia para las personas que buscan desarrollo personal, una mejora o hasta una liberación.

Dependiendo de tu situación, del tema a tratar, de lo que quieras solventar, de la información de la que dispongas previamente, podrás buscar ayuda de un tipo de profesional-actividad u otro. Así, para alguien puede ser muy útil ir a un grupo de soporte específico en algún momento, y en cambio en otra situación lo que le puede convenir es un acompañamiento individual. En ocasiones puede ser muy buena opción una formación práctica sobre algún tema para desarrollar habilidades, y en ocasiones esas habilidades deben estar en manos del profesional que te acompaña de modo individualizado.

No hay una opción buena, hay diversas opciones de mejora y desarrollo personal, y es importante saber qué buscas, qué quieres, qué te ofrecen y qué puede aportarte cada una de las opciones, y elegir en base a unas expectativas acordes a tus necesidades y deseos.

Pregunta, investiga, averigua, déjate sentir…. y elije. Y luego… aprovecha ese camino de mejora que hayas decidido. Y si no te es todo lo útil que pensabas o hasta, en alguna ocasión, te sienta mal, aprende de tu elección, revisa este proceso, y elije algo diferente.