La importancia de la toma de conciencia

cieloEl mes de Octubre es, a nivel mundial, el elegido para la visibilización y toma de conciencia sobre el duelo gestacional y neonatal. Hace 4 años yo desconocía totalmente este tema. Mi nivel de conciencia sobre lo que experimentan las parejas que pierden a un bebé durante la gestación o al poco de nacer era muy bajo (por no decir nulo).

Con mi mujer habíamos decidido hacía poco que la familia creciese, y nos llenamos de ilusión ya el día de la concepción de nuestra primera hija, Maya. Nuestro nivel de conciencia en algunos aspectos si que era bastante elevado, por lo que tuvimos la percepción de que se producía la concepción, de que hubo una conexión con esa almita que decidió elegirnos como sus padres. Transcribo (y traduzco) a continuación unas palabras que escribí en un lugar especial para nosotros:

«Pues si, acabamos de hacer un test de embarazo y se confirma la noticia!!! POSITIVO!!!! Seremos papis!!!

Las sensaciones del día 7 eran correctas. Me siento FELIZ y, contrariamente a lo que pensaba, muy tranquilo. 

Te quiero Anna, y a quien está en camino también!!!»

Pues como quizá intuías al leer, hoy hace 4 años que se detuvo la gestación de nuestra hija, Maya. Hace 4 años que se truncó la ilusión que sentíamos. Hace 4 años que un dolor punzante junto a un sangrado alertaron a mi mujer de que algo no iba bien (o mejor dicho, que algo iba mal). Hace 4 años que ese amor que sentíamos por nuestra hija Maya sufrió una descarga de energía desagradable. Y hace 4 años mi manera de pensar sobre lo sucedido nada tenía que ver con la actual. Mis creencias sobre el tema tenían más relación con un proceso puramente biológico, con una detención en la reproducción celular, y con poca cosa más. Eso era lo que había escuchado, aprendido y creído, lo que mi subconsciente tenía almacenado como base. Esas eran las gafas con las que miraba lo sucedido.

Pero la realidad era otra, y el dolor que experimentaba mi mujer, que tenía una conexión mucho más potente, tanto a nivel fisiológico como energético con nuestra pequeña, era, aunque yo no quisiese verlo ni pudiese entenderlo, desgarrador. Desde aquí lanzo un mensaje a todas las parejas y al resto del entorno de las mujeres que viven la experiencia de perder a un bebé, a que se abran al dolor de esa mujer (y hombre), a que no intenten ir por el camino de evitar pensar en el tema para evitar el dolor. Por que los duelos toca vivirlos, y, de una manera u otra, se acaban viviendo, y hay maneras que son mucho más naturales y saludables que otras. Y también invito a las mamás que viven estás experiencias a hablarlo, a atreverse a llorar y a explicar el por qué, a decir que ya amaban a ese bebé en camino y que la muerte de un/a hij@ le duele a todo el mundo.

Hoy hace 4 años de ese momento tan triste en el que empezamos a vivir lo que era un duelo gestacional. Y en ese momento no lo vivimos de la mejor manera posible. Y decidimos que volveríamos a quedarnos embarazados, y lo logramos en poco tiempo, y el dolor quedó en «pausa». Tristemente el siguiente embarazo, el de nuestro hijo Aren, también quedó truncado. En esta ocasión un embarazo ectópico que hizo que tuviésemos que detenerlo y acabó con una extirpación de trompa para Anna.

Esta pérdida la vivimos con mayor conciencia, y empezamos a darnos permiso para el dolor, para reconocer lo sucedido, para vivir el duelo, …. y se sumó el duelo de Maya, que surgió desde donde estaba «aparcado».

En poco tiempo volvimos a concebir, en esta ocasión a Abril y Nahual. Abril también decidió que su encarnación física en esta vida debía terminar pronto, y se fue, y al cabo de unos meses nació Nahual (5 semanas antes de lo previsto, como muchos gemelos). En esta ocasión el duelo también fue algo complicado al vivirlo simultaneo a la ilusión de ver crecer a Nahual, y el miedo constante a que algo volviese a ir mal.

Y al cabo de 21 meses nació Eluney, nuestra segunda hija nacida, nuestra 5ª hija.

Pues si, hoy hace 4 años desde que se inició nuestra experiencia con el Duelo gestacional. Y sabemos la importancia que tiene la conciencia, tanto para el duelo en si, como para las nuevas gestaciones y embarazos.

Así que animo a que quien lea estas lineas se conciencie un poco más, tenga muy en cuenta este tema antes de decir algunas de esas cosas que se dicen de: «ya tendrás otro que eres joven», «bueno, pero ya tienes un hijo», «Bueno, pasa mucho y, total, era muy poca cosa todavía», «la naturaleza es sabia y si se ha parado será por algo», «mejor ahora que más adelante»…. y a que se permita a esas personas que lo están viviendo, vivirlo a su manera, que se facilite que se abran, que se las escuche, que se les de el lugar que para ellas tienen sus hij@s.

A nosotros nos hubiese sido muy útil, ya desde hace 4 años, tener mayor conciencia sobre el tema, poder vivirlo más abiertamente, y haber recibido apoyo (que Anna si tuvo de Noelia, de Duelo con Doula, durante el embarazo de Eluney).

Ahora, Anna da ese apoyo a otras mujeres y parejas, habiendo creado un grupo en facebook para el Duelo gestacional y neonatal, y con su proyecto Maternidad Arcoiris, (también en su página de fb) donde contribuye a esa visualización, a ese acompañamiento en el duelo, y, especialmente, a esas nuevas concepciones y gestaciones. Este mes de octubre es el que ha elegido, junto a Helena, para iniciar el Grupo Maternidad Arcoiris de soporte profesional para la concepción y embarazo de bebés Arcoiris, lo que me hace sentir orgulloso de ella y muy satisfecho, al saber que otras personas van a tener la oportunidad de vivir con mayor conciencia, y muchos más recursos, estos momentos emocionalmente tan complejos.

Puedes encontrar más información sobre duelo gestacional, sobre las actividades que se realizan este mes  de octubre para esa visibilización, sobre el grupo de soporte, y otros temas relacionados, haciendo click en los subrayados del párrafo anterior.

Yo, por mi parte, contribuyo ofreciendo dos sesiones gratuitas de acompañamiento con el Método NACES (HipnoParto) a esas mujeres ( y parejas) que están gestando Arcoiris.

He escrito acerca de la conciencia sobre este tema, por que me toca personalmente, por que hoy hace 4 años que Maya se fue (Maya, gràcies, t’estimo), y por que octubre es el mes elegido para el duelo gestacional y neonatal.

Ahora invito a que esa conciencia la pongamos también en muchos otros temas, en general en nuestra vida, en cómo vivimos, en cómo experimentamos, en cómo decidimos, en qué nos mueve, en qué tapamos, en qué nos hace sentir bien, y en que nos hace sentir mal, en qué hacemos para cambiar aquello que no deseamos, y en los miedos que nos frenan para lograrlo. Para esta mayor conciencia y para los cambios que deseas, también te acompaño con Catalzying.

Muchas gracias por leer, comentar y compartir!!!

Seguro que alguien de tu entorno lo agradece.

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Quietecit@ vs adaptativ@

bambú

Hace ya un tiempo que ronda por mi mente escribir sobre este tema, y hoy por fin coge forma física para poderlo compartir.

El título del post hace referencia a dos opciones básicas que tenemos:

1) Mantenernos en nuestra zona de confort, no tocar nada, quedarse con aquello de «mejor malo conocido que bueno por conocer» (si, aunque duela verdad?), confiar en que todo va a seguir siempre igual, y, cuando algo cambia, quejarnos por que alguien (ya sea persona, fuerza de la naturaleza o quien decidamos culpar) nos ha cambiado las condiciones de aquello que era LA REALIDAD. Y si no nos gusta el cambio, quedarnos inmóviles esperando a que «Alguien» nos devuelva lo nuestro.

2) Movernos, avanzar, atrevernos a probar cosas nuevas, a tomar la vida y los cambios como desafíos, a dedicar energía a lograr aquello que quiero, bailando con la canción que suene en cada momento.

Está claro que hay muchos factores que afectan a cómo actuamos de manera habitual, y que la misma persona puede que en diferente época esté experimentando más una manera o la otra de actuar.

Considero que es mucha mejor opción la segunda, ya que queramos o no, la vida evoluciona, está en continuo movimiento, dicen que es como ir en bicicleta, que si te paras te caes, y, como decía Buda, «Lo único permanente es el cambio». Así que, viviendo con esa capacidad de adaptación (que también otorga resilencia para los momentos más difíciles) es más fácil sentirse/ser feliz.

Para poder vivir con esta capacidad de adaptación, de aceptar los cambios como retos y oportunidades, y sentirnos cómodos con ellos, tener una buena base, unas raíces sólidas, haber experimentado seguridad, amor y apego siendo bebés y niños, es fundamental, por lo que regalar eso a nuestr@s hij@s es de lo mejor que podemos hacer. (de ahí la foto del bambú, como símbolo de fuertes raíces y resistencia gracias a su flexibilidad)

Y si, por ahí vino la idea original, por Nahual (nuestro hijo de 2 años). A finales de 2014 nació su hermana, y en marzo (justo antes de que el cumpliese los dos años) nos mudamos, cambiando también de guardería. Para él los cambios fueron, entre otros:

– Dejó de recibir todas las atenciones (no digo que dejó de ser hijo único ya que no lo era por tener 3 herman@s no nacidos con vida – comento algo más sobre esto en otro punto)

– Cambió de vivienda

– Dejó de dormir en el dormitorio con nosotros para dormir en su propio dormitorio.

– Cambió de guardería, dejando compañeros y cuidadoras conocidos por nuevas personas con las que compartir varias horas al día.

– Cambió los lugares por los que pasea

Y antes de todo esto, algunas preguntas que nos rondaban eran si sería capaz de adaptarse, si no sería muy duro para él tanto cambio, si le afectaría a su desarrollo……

Y resultó que se adaptó a todo ello con gran facilidad, quizá el que mejor de la familia ;-). Eso no quita que haya tenido alguna reacción de celos normal con su hermana, o que nos reclame de vez en cuando alguna atención más de la que recibe, o que nos muestre su desacuerdo cuando lo dejamos en la guardería. Pero su capacidad para disfrutar de la vida es muy superior a todo eso, y los cambios para él han supuesto motivaciones. Así que eso me hace pensar que, realmente, tiene unas buenas raíces (me hace sentir bien, y orgulloso de Anna, mi mujer, y de mi mismo).

Y este fin de semana han sucedido varias cosas que me reafirman en que esta manera de vivir es más saludable:

1) El viernes por la tarde estuve con unas cuantas mujeres embarazadas en el centro Yoga Omnium, en Sant Andreu (Barcelona) a las que les presenté el acompañamiento durante el embarazo a través de HipnoParto. La aceptación fue muy buena, y todas ellas estuvieron de acuerdo en que se pueden cambiar muchas cosas para disfrutar más de esta experiencia, incluyendo el momento del parto. Eso si, saben que, aunque su lógica les permita pensar de modo positivo, los aprendizajes recibidos están muy adentro y salen de manera automática muchas veces. Y allí está el reto, en atreverse a cambiar realmente, desde dentro. Gracias a todas las asistentes (puedes ver más sobre HipnoParto aquí)

2) El sábado también estuve con un grupo de mujeres en el taller que ofrecí en Espai Daleth de Comunicación Asertiva, relaciones y PNL (si, solo vinieron mujeres a esta edición). Y me encantó escucharlas, verlas y sentirlas, saliendo de su zona de confort, decidiendo hacer cosas para cambiar y ser más felices, especialmente dependiendo de las experiencias por las que estaban pasando en estos momentos de sus vidas. El taller es retador, y ellas se atrevieron a bucear para realmente hacer algo diferente. Gracias a todas las participantes (para el que quiera más info, el 13 de junio ofrecemos nueva edición)

3) El domingo estuvimos comiendo con varios ex-compañeros de trabajo de hace ……. unos 15 años!!!! Si, cuando yo me dedicaba a las finanzas. Y estar con ellos, me reafirmó en que mi evolución y adaptación ha sido muy positiva para mi. Guardo de la época muy buen recuerdo, y son personas bellísimas con las que es un placer compartir, y eso es compatible con saber que si me hubiese quedado quieto, o dejándome llevar por la corriente, me sentiría triste y vacío.

4) Este fin de semana ha nacido en facebook el  «Grup de Dol gestacional i neonatal Catalunya» destinado a facilitar las sinergias entre personas que han experimentado la muerte de un bebé durante la gestación o al poco de nacer. Y eso si que son experiencias que le sacan a uno, si o si, de su zona de confort. Así que, muy orgulloso de que Anna, mi mujer, haya gestado y parido este grupo donde las personas que forman parte pueden, entre otras cosas,  compartir experiencias, encontrar recursos, contactar con personas geográficamente próximas para crear sinergias, dar visibilidad a este tema, y, de este modo, adaptarse mejor a la nueva situación, ser más resilentes, y poder, al ritmo de cada un@, llegar a vivir con amor libre de dolor.

Así que, lanzo desde aquí un soplo de ánimo para tod@s para que seáis flexibles, adaptativ@s, pro-activ@s, viv@s, ….. FELICES!!!! (o si quietecit@s estáis bien, disfrutarlo; eso si, si te quejas piensa si realmente estás bien)

Viento sos

viento sosHoy quiero compartir la historia de la muerte de Gonzalo, un bebé que, como demasiados, voló muy pronto. Esta historia está contada por su padre, Ramiro, en formato de cuento.

Tuve la suerte de poder exponer mi experiencia con las pérdidas gestacionales y mi visión como hombre dentro de la exposición que ha durado 3 semanas de Stillbirth-Reportaje (ver más sobre esta expo aquí) y Ramiro, este papá valiente, asistió y quiso compartir conmigo dos de sus cuentos (entre ellos el que da título al post) y pedirme mi opinión.

Así que tuve el honor de leerlos, y encontrar una historia contada desde lo más profundo del corazón y del alma, con dolor, rabia, tristeza, amor, y todo lo que un proceso de duelo como el vivido conlleva. Me parecieron geniales y lo que le dije a Ramiro fue lo que está a continuación en cursiva:

Ramiro, muchas gracias por escribir estos dos cuentos y por hacérmelos llegar. He leído primero «Viento Sos», y me ha emocionado, conmovido, estremecido, hasta dolido. Realmente me alegro de que aprendieses (averiguases) que Gonzalo es viento y te abraza siempre que tu así lo deseas (eso es, para mi, la primavera tras el invierno) Luego he leído «tu voz» y también me ha movido. Mi sensación es que está escrito con el dolor en un lugar más amable, quizá más desde la tristeza y la nostalgia que desde la rabia y el sufrimiento. Es genial que escribas, por ti, y por si llega a otras personas. No se cómo lo estás difundiendo o piensas hacerlo. Por mi parte, le daré difusión en cuanto tu me digas cómo lo haces, ya que creo que es necesario que muchas personas se liberen y creo que puede ayudarles. Y en especial hombres, ya que del duelo vivido por la madre tiene más bibliografía. Me ha movido también leer alguna frase que me ha resonado totalmente con lo que yo leí el otro día en la exposición. La última frase de Viento Sos, «solo cuando aceptamos que no podemos retenerlo, estamos listos para abrazar al viento», me parece genial, y me conecta con lo que yo decía de «con un gran paso que era la aceptación del dejar ir (para dejar ir es necesario ser consciente de que existe)». Un gran abrazo.

A esto me respondió que Mónica Álvarez le «amadrinaba» desde su página «Duelo Gestacional y perinatal», así que dejo aquí el link a  la entrada de Mónica donde podréis encontrar más información sobre el trabajo de Ramiro y el cuento Viento sos.

Y me despido comentando que Ramiro incluye estos dos cuentos que yo he leído en una colección que ha titulado del arco iris, y que como nada es casualidad en esta vida, yo estoy ofreciendo desde hace unos días, dos sesiones de HipnoParto gratuitas a todas las mamás que esperan un bebé arco iris. El HipnoParto es un conjunto de técnicas que facilita que las mujeres vivan su embarazo con confianza, seguridad, tranquilidad, …. algo que, especialmente después de la muerte de un bebé, acostumbra a ser poco habitual. Así que pongo mi granito de arena a que esas mamás /y los papás que las acompañan en ese valiente camino) puedan vivir ese proceso algo mejor para ellos y sus bebés. Puedes ver toda la información sobre estas sesiones gratuitas aquí.

Deseo que esta información llegue a muchas personas que se puedan beneficiar, tanto de los cuentos de Ramiro y su familia, como de las sesiones de HipnoParto.

Llegó y se fué (doy voz a una foto y escrito censurados)

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La fotografía no es mía, y el texto tampoco. Tan solo me sumo a compartir ambos tras ver que una amiga de la autora lo ha realizado a petición suya. Leí hace unos días el texto original de la madre y hoy lo he leído en este blog Llegó y se fué.

Aunque no nos conocemos con la mamá de Mai y no soy madre, soy padre de 5 niñ@s, 3 de los cuales habitan entre las estrellas, y creo bueno para muchas personas que esta foto y este texto estén disponibles. Ella lo compartió en facebook, y dado que lo censuraron al aparecer la fotografía de su pecho llorando las lágrimas de leche por la muerte de su hija, he decidido colaborar a que esté visible, a dar visibilidad a l@s bebés que su fueron y a las consecuencias que esto conlleva.

Aquí el texto de la mamá de Mai. Un abrazo bien grande para ella. Gracias por querer compartir vuestra vivencia. Espero que lo sucedido con la censura tan solo haya logrado que llegue a más personas.

Cuando la leche no es blanca

El pasado 3 de marzo mi hija Mai nació muerta. Nadie te prepara para eso. Nadie está preparado. Dentro de la nebulosa del momento, burrocracia, gestiones, decisiones y recuerdos, alguien te ofrece pastillas para cortar la leche. Alguien te dice que puedes esperar. Y en ese momento caes en que tu cuerpo, tu cuerpo de madre, parida la placenta, producirá leche en unos días. Y te cagas en la Naturaleza. Mi elección fue esperar, quizás para aferrarme a lo que de Mai me quedaba. No me arrepiento, fue una despedida suave y paulatina, pero cada mujer debe tener libertad para escoger la suya. Los profesionales deben informar. No juzgar. Tras la cesárea de urgencia y la muerte, el shock y el dolor físico dejaron paso a una fuerza increíble que me impulsaba a levantarme, a lamerme mi propia herida. Los pechos se me llenaron de leche, tremendos y calientes. Fui mamífera en estado de alerta, buscando a mi cría, esperándola. Por la cesárea tomaba antiinflamatorios, quizás por eso no sentí dolor, solo malestar, no tuve necesidad de extraerme leche ni de aplicarme frío ni hojas de col. Dejé fluir la leche, simplemente, dejé que me mojase despidiendo a mi bebé, dejé que se perdiese. Dejé a mi cuerpo hacer su duelo, llorar su luto, hasta que la leche se marchó. Y con ella la fuerza. La mamífera que por fin tomó conciencia de que su bebé no iba a volver. Mamífera vacía de vientre y pechos muertos. El cuerpo de madre, creador, nutricio, lleno de vida y alimento pasó suavemente a convertirse en silencio, en cementerio.

La voz de los papis de l@s hij@s que se marcharon muy pronto

2015-03-18 10.35.24Esta mañana he tenido el privilegio de compartir mi experiencia como padre de hijos que no llegaron a nacer o murieron al poco de hacerlo, junto a 3 padres más (Fede, Òscar y Carles), y la introducción y moderación por parte de Noelia de Duelo con Doula.

Para todos nosotros ha sido muy grato ver que todas las sillas disponibles se han ocupado y que hasta ha habido personas que han tenido que quedarse de pie al fondo de la sala. Nos hemos sentido arropados en ese compartir nuestras emociones, nuestra rabia, nuestra tristeza, nuestro dolor, nuestro amor….

conferencia

Esta conferencia, con el título «PAPÁS EN DUELO», se enmarca dentro de la exposición
STILLBRITH: Rompiendo en Silencio del Duelo Gestacional, y lleva ya dos semanas en la Biblioteca Josep Janés en L’Hospitalet De Llobregat. Podéis visitarla hasta el sábado 28, día de clausura, en el que se contestará a las preguntas que se han ido introduciendo en el buzón habilitado para ello y así dar toda la información que muchas personas desean tener. Esta exposición, muestra algunas de las fotografías realizadas por Norma Grau, dentro de su proyecto Stillbirth – Reportaje, entre las que se encuentra una de parte de nuestra familia (que aparece retocada al inicio de este escrito)

2015-03-18 10.32.48

La intención de esta exposición es darle voz a este tema para que familias que pasen por este proceso doloroso que es la pérdida de un bebé, ya sea durante la gestación o al poco de nacer, tengan las mejores condiciones en el entorno para vivir un duelo de una manera digna y saludable, incluyendo el disponer de alguna fotografía (seguro que a nadie le extraña tener una fotografía en casa de papá o mamá aunque hayan fallecido).

Podéis ver este mini reportaje que el miércoles pasado realizaron desde Barcelona TV, y en el que en 6 minutos (desde 1h y 28 minutos) queda muy bien resumido el objetivo de esta exposición y de todo el proyecto de Stillbirth-Reportaje.

Y en las siguientes lineas podéis leer lo que, aproximadamente, ha sido mi intervención en esta conferencia.
Gracias por leer, comentar y compartir.

«Buenos días. Ya hace un tiempo que me invitaron a compartir mi experiencia en esta charla de hoy sobre “Papás en duelo”, que recoge su fuerza de que el jueves fue el “Día del Padre”. Y si, nosotros también somos padres aunque nuestros pequeños hayan decidido que su vida encarnados en un cuerpo físico llegaba a su fin, ya sea a las 2 semanas de gestación, a los 7 meses de gestación, a los 2 días de haber nacido…. Igual que si fallecen tras cumplir los 40 años, somos y seremos padres.

A esa fuerza del día del padre, se le suman un precioso eclipse de ayer, y que estamos en la primera mañana de la nueva primavera. La primavera se caracteriza por el florecimiento de los árboles, por el alargamiento de los días, por el incremento de las temperaturas buscando la calidez, y tan solo quiero transmitir que eso sucede cada año tras el invierno. Por largo, duro, oscuro, frio que haya sido, llega la primavera. Y los eclipses son tan solo fenómenos en los que un astro impide ver el otro por un tema de perspectiva (y aunque no se vea, existe).

Del mismo modo, por crudo e imposible que parezca en algunos momentos, tras la muerte de nuestros pequeños, acaba llegando la luz. Y por mucho que parezcan invisibles para muchos, nuestros hijos están allí. Y como papá, voy a hablar un poquito de las diferentes maneras de vivir el invierno (la muerte de nuestros pequeños) y cómo eso influye en la primavera.

Pero antes de eso quiero hacer un inciso que considero necesario. Hace ya algún tiempo escribí un post que se titulaba “La importancia de Sam – El papel del Padre” que hacía referencia al Señor de Los Anillos, y cómo, aunque Frodo es el protagonista por ser el portador del anillo, Sam puede, en muchos momentos, marcar la diferencia. Y aunque ese escrito iba dirigido a vivir los embarazos, es totalmente extrapolable a cuando esas ilusiones se ven truncadas. Es posible que el padre viva con mucha menos conciencia y conexión que la madre esa existencia de un nuevo ser en gestación, y también ese adiós. Y está claro que la sociedad nos relega totalmente a un lugar casi “invisible”, aunque realmente se espera (sin pedírnoslo en muchas ocasiones) que estemos, que empaticemos, que comprendamos, que seamos fuertes, y muchas otras cosas.

Vuelvo al invierno, y ahora ya voy a mi experiencia personal (nuestra, pero voy a hablar de cómo yo lo he vivido).

En septiembre de 2011 concebimos a Maya, y esa gestación finalizó bruscamente a las 5 semanas. Fue muy pronto, fue relativamente rápido, ni tan siquiera habíamos oído su corazón. Y fue duro, fue triste, pero yo lo viví con muy poca conciencia de lo que realmente había sucedido. Tal como decían los médicos .. “es algo que sucede muy a menudo” y en eso se quedó para mi (quise convencerme y pasar página, o barrer debajo de la alfombra).

En enero de 2012, una nueva grata sorpresa, con el embarazo de Aren. Y en febrero, al realizar la primera ecografía pudimos escuchar su corazón latir con ilusión, con mucha ilusión. Con la noticia adicional que tenía que dejar de hacerlo, ya que se trataba de un embarazo ectópico (implantación en la trompa) lo que hace que sea inviable y pone en riesgo la vida de la madre. Así que a Anna, mi mujer, le inyectaron una sustancia para “detener el proceso de reproducción celular”. Finalmente tuvieron que extirparle la trompa. En este caso mi conciencia fue muy elevada. Supe perfectamente lo que había sucedido. Había visto y escuchado a mi hijo. Y tras la primera mala noticia unos meses antes, ahora todo era ilusión que se desvanecía. Ese “sucede muy a menudo” ya no tenía tanta validez estadística. ¿en qué % tras un aborto espontaneo hay un embarazo ectópico? . Aunque las estadísticas de nada le sirven al que lo vive.
En esta ocasión pudimos y quisimos despedirnos de Aren, que marchó a las 7 semanas, de una manera adecuada. Así que inicié un proceso de duelo sabiendo lo que había sucedido, y con un gran paso que era la aceptación del dejar ir (para dejar ir es necesario ser consciente de que existe). Aproveché también para conectar con Maya, agradecerle y también iniciar un proceso de duelo por su marcha.

Y tras varios meses de “descanso necesario física y emocionalmente para Anna, un nuevo embarazo!!! Genial!!! Y para vivir más la alegría, venían dos preciosos arcoíris, que ya sabéis, y si no os lo digo, que tras la tormenta, esa luz pura de la ilusión genera ese arcoíris (y por ese símil se les conoce con ese nombre).
Pues en la segunda ecografía, tan solo Nahual continuaba allí. Abril había decidido volar a las 9 semanas de gestación. Así que un nuevo adiós, y en esta ocasión totalmente simultaneo con una gran alegría, lo que tampoco lo pone fácil para vivir el duelo con toda la conciencia.

Si, son 3 marchas, totalmente diferentes en circunstancias y tiempo de gestación. Y ni la duración de la gestación, ni las circunstancias, hacen que una de esas vida y muerte sea de mayor importancia que otra. En cada una de ellas mi conciencia y la manera de vivirlo fueron totalmente distintas. Y el entorno, el familiar, las amistades, la sociedad, no lo ponen sencillo.

Como padre, si se hace difícil vivir la experiencia de un adiós, especialmente dependiendo de las circunstancias, está claro que la existencia de un soporte exterior, por parte de la sociedad, de los equipos médicos, de la familia,… podría hacer que realmente el nivel de conciencia favorezca vivir los duelos de una mejor manera.

Y si en invierno somos consciente de lo que hay, nos abrigamos, nos resguardamos, nos alimentamos bien, etc… al llegar la primavera, aunque quizá podamos arrastrar algún resfriado, y tener días lluviosos y con niebla como hoy, la viviremos mejor que si en invierno, por falta de conciencia, cogemos una pulmonía.

Que personas como Norma y Noelia se muevan para que, aunque sea de aquí 20 años, unos padres sientan que pueden despedirse de su bebé y vivir el duelo de una manera natural y saludable, es genial.

Así que tan solo me queda agradecerles la invitación, e invitar a todos los que hayan vivido la muerte de un hij@ a que vivan sus duelos con la mayor naturalidad, y a que todos los presentes faciliten que otras personas también puedan vivirlo así………

Y agradecer también a Anna, mi mujer, por compartir conmigo nuestros cinco hijos (en 9 días Eluney cumple 3 meses) y decidir, a pesar del dolor, continuar ilusionada y vivir en al amor.»

Soltando globos (y algo mas)

OLYMPUS DIGITAL CAMERAHoy ha sido un día muy especial. Hemos estado esta mañana en la IV Jornada organizada en Barcelona por Petits amb Llum, en reconocimiento al duelo gestacional y neonatal. En estos días se están celebrando jornadas similares en muchos lugares del planeta, siendo el mes de octubre el mes elegido para darle luz a estas pérdidas.

Ha sido un acto emotivo, con una gran mezcla de sensaciones. Una temperatura altísima para la fecha, con un sol reluciente que invitaba a buscar la sombra, a la vez que aseguraba que el acto principal de la jornada, la «Suelta de globos», sería precioso al estar el cielo totalmente despejado. Para nosotros ha sido la primera jornada de este tipo, aunque ya hace 3 años que convivimos con la combinación de amor y dolor que representa la muerte de un/a hij@, también durante la gestación.

Si, ya hace 3 años que nuestra hija Maya partió hacia otro lugar, abandonando el cuerpo de Anna, su madre y mi compañera de vida. Al cabo de unos meses lo hizo Aren, en esa ocasión debido a que el lugar en el que se implantó no era viable para su evolución física, por lo que lo despedimos con todo el amor, y con mayor conciencia, al menos por mi parte, que la que nos acompañó en el adiós a Maya. Y unos meses más tarde fué Abril, el hermano gemelo de Nahual, quien decidió dejarle todo el espacio intrauterino a su hermano, y con el que el duelo fue distinto al ir acompañado de la ilusión necesaria para la gestación de nuestro hijo si nacido. Si, ya está con nosotros desde hace 18 meses nuestro primer «Arco Iris», nombre con el que se conoce a l@s niñ@s nacidos tras la pérdida de otr@, ya que es como el sol que brilla tras la tormenta, que crea algo precioso, a la vez que el dolor por la perdida continúa. Y hemos ido a este homenaje de hoy también con Eluney, la nueva Arco Iris que crece en la cuna que es la barriga de Anna.

Y como decía, la mañana ha estado llena de lágrimas, de dolor, de nostalgia, de recuerdos, de complicidad, de tristeza, de ilusión, …. y, por encima de todo, de AMOR. El nuestro y el que he podido ver y sentir en tantas personas que han asistido. Ha sido especialmente emotivo el momento de soltar los globos. Cada familia habrá hecho lo que haya creído oportuno, en nuestro caso hemos dejado ir un globo para cada uno de nuestros hijos que ya no tienen existencia física. Cada globo iba acompañado de una estrella, en la que hemos escrito su nombre, un agradecimiento por habernos escogido, y un «T’estimo» (Te quiero). En ese momento de decidir soltarlos, en el que sonaba «Imagine«, la energía que había era preciosa, y Anna y yo cogíamos los tres globos, con nuestras manos juntas, unas miradas amorosas y un beso. Y el acto físico de «dejar ir» ha sido algo más lento que un simple «abrir la mano». Anna ha estado durante bastante rato anteriormente con los globos en la mano, y hasta ese momento ha tenido la sensación que, por unos momentos, nuestros tres «hijos estrellita» estaban por fin físicamente con ella (con nosotros). Y aunque ha tenido plena conciencia de que eso no es así, y que su lugar es otro, le ha costado unos momentos el «soltar» para permitir esa elevación hacia donde sea que hayan ido (que fueron en su día). Y mientras los veíamos volar, y alejarse, junto con tantos otros, ha sonado «Tears in Heaven» , mirando ese cielo que era donde estaban puestos nuestros ojos vidriosos.

Tras ese «soltar» la sensación de paz ha incrementado, la ligereza de nuestro dolor también. La tristeza continúa por lo sucedido, simplemente el dar el lugar que cada cual tiene, el permitir que tomen su espacio, y, de ese modo, quedarnos con el amor, es una gran elección. Por eso considero que actos de este tipo, con asociaciones que dan luz a estos temas apoyando y dando soporte a las familias en duelo, en un duelo tan complicado como es el gestacional, en el que la sociedad todavía no reconoce que exista una pérdida de un ser querido, es básico para la salud mental, emocional, energética, espiritual (y en muchos casos física) de la familia, especialmente de la madre.

Y junto a todo esto, tenemos la suerte de que nuestro hijo Nahual nos acompañaba, y durante esos momentos de «soltar» él se quejaba, quizá por el hecho de separarse físicamente de sus hermanos (aunque fuese energéticamente) o quizá para recordarnos que él si está físicamente con nosotros, que con nuestros «hijos estrellita» tan solo podemos continuar sintiendo amor hacia ellos, y que con él y su hermana Eluney, a parte del amor, tenemos muchas otras cosas que vivir y compartir.

Para mi, que acompaño con HipnoParto® a mujeres solas o parejas viviendo embarazos conscientes y disfrutando del proceso preparándose para el re-encuentro con el bebé, y que me estoy formando en duelo gestacional y perinatal, vivir una jornada como la de hoy me aporta todavía más sentido a esta labor. Me ha encantado ver tantos arco iris, tanto caminando, como en brazos o todavía en el útero materno, y me invade la sensación de saber que lo hago está bien, y que, especialmente para quien ha sufrido el dolor de una pérdida, el poder vivir un nuevo embarazo con la mayor tranquilidad, confianza y amor, es necesario. Gracias a la vida por permitirme poner mi granito en la conciencia de dar vida a la vida, y también de dar su espacio a la muerte.

Quiero agradecer a Petits amb Llum la organización del acto y toda su labor, a Norma Grau por su proyecto Stillbirth mediante el cual muchas familias disponemos de fotografías con nuestr@s hij@s fallecidos durante el embarazo o tras el parto, y a Noelia de Duelo con Doula, por su acompañamiento en el embarazo de Eluney y todo su cariño a nuestra familia, incluyendo esas tres estrellas que brillan en el cielo con un guiño especial para nosotros. Y por supuesto, un agradecimiento enorme para Anna, por ser valiente y, aún con muchos miedos, gestar a Maya, Aren, Abril, Nahual y Eluney y decidir que la ilusión y el amor vencen al dolor y el temor.

Un guiño para todos los Petits que, aunque no hayan tenido hoy un globo, están en el cielo, y un gran abrazo de luz, fuerza y esperanza para sus padres.