Una de las muchas ventajas de tener un niño pequeño en casa es que me permito mirar dibujos animados en la TV. Si, me permito ver junto a él algunos dibujos, de los que a veces aprendo cosas muy interesantes y que considero tienen (algunos de ellos) un trasfondo realmente interesante, especialmente para los mas pequeños y su desarrollo mental y emocional equilibrado.
Y hoy voy a hablar un poco sobre la abeja Maya. Lo primero que me sorprendió es que se trata de una re-versión de la que yo veía de pequeño, ya que ahora parece que sea en 3D, y eso hace que todavía me guste mas verlo. Pero no quería hablar de «imagen», si no de que en esta serie de dibujos, hay muchos ejemplos de buenos valores. Con buenos valores me refiero a valores que, vividos como propios y compartidos con el resto de semejantes, hacen que la sociedad sea mejor y las personas (o abejas u otros insectos) sean más felices.
Y de lo que hoy quería hablar es del inicio de la serie, de los primeros capítulos. Esa abejita nace, como todas, en un panal en el que su madre, la reina, va teniendo descendencia. Lo habitual, y lo que se muestra en la serie, es que esas abejas sigan una «instrucción» y vivan en el panal con el resto, saliendo del mismo para realizar las tareas de recolección y poco más, salvaguardando la seguridad del panal y poco más.
Pues resulta que Maya, desde el principio, se queda maravillada de lo que ocurre en el exterior del panal, del grandioso mundo del prado, de los colores, los olores, los otros animales y las plantas que allí habitan. Y así, esa abejita, solicita poder vivir en el prado, en ese lugar en el que la magia ocurre, en el que luego, gracias a eso, Maya consigue cosas muy buenas, para ella en primer lugar al sentirse libre y en constante evolución, para el resto de abejas de su panal, para muchos amigos animales del prado (grillo, escarabajo pelotero, hormigas, ….) incluso para las «enemigas avispas» y la «malvada y gruñona» araña, a la que también ayuda en más de una ocasión.
En estos momentos seguramente ya tienes en mente (consciente y/o inconscientemente) que es una metáfora perfecta de la zona de confort (el panal, donde todo sigue unas normas y está totalmente controlado, haciendo que cada día sea igual que el anterior) y la zona mágica, la zona de crecimiento (el prado, donde cada día hay algo nuevo a conocer, algo que aprender, nuevos retos, y nuevas oportunidades para ser más feliz, disfrutando de cada día, aunque sea con algo menos de «aparente» seguridad).
Así que, viendo la serie, pensé que es genial que much@s niñ@s crezcan modelando a esa abejita, y sientan esa ilusión por la vida, por mejorar, por investigar, por probar, por volar algo más lejos cada día, por VIVIR!!!
A ver qué te resuena a ti si estás leyendo estas lineas. ¿Qué parecido tienes con Maya? ¿Cuándo y Cuánto sales del panal? ¿Cómo te sientes en el panal? ¿Y fuera de él? ¿En que grado sientes que vives tu vida?
SI te apetece explorar más el prado, si quieres crecer, si quieres una mejora, y quieres hacerlo con mayor eficacia y eficiencia, puedes elegir ir acompañado en parte de ese trayecto. Como dicen en África: «Si quieres ir rápido, ves solo; si quieres ir lejos, ve acompañado». Así que aprovecha que la historia de Maya te ha movido algo dentro y contacta conmigo para descubrir cómo el CATALYZING® te puede ser de utilidad.
Hasta pronto!!!! Un abrazo!!!!
Molt bo la vida de la abella, contrasrada amb molts del fets, que vivim el ser humans.
Gràcies Toni